Hay algunas enfermedades mentales que presentan unos síntomas muy precoces, mientras que otras tienen una aparición más o menos repentina. Sin que esto signifique que tenemos que estar constantemente en alerta, es bueno conocer algunas manifestaciones precoces para poder tomar medidas lo antes posible.
Hay algunas manifestaciones, sobre todo en las épocas de crisis vitales, como en la adolescencia, en que lo que podrían ser señales de trastorno psíquico pueden confundirse con lo propio de los conflictos de esta etapa. O, en nuestro alrededor, en los cuadros depresivo-ansiosos de muchas mujeres de mediana edad, que por cuestiones culturales, no se han incorporado a una vida de relación o de actividades mínimamente creativas.
Pero hay situaciones que hacen sospechar del malestar psíquico y de la posibilidad de inicio de una enfermedad mental o de riesgo de adicción a drogas, de suicidio, malos tratos familiares, etc.
Es importante que estas manifestaciones, en lo posible, se puedan detectar para poder tomar medidas llamadas preventivas, para poder actuar y constatar si de hecho son el inicio de un problema psíquico grave o no.